jueves, 18 de marzo de 2010
Alma en condena
Ella siente vivir la condena eterna,
sintiendo como la ponzoña de un ser penetra en su sangre,
sentir las llamas del infierno en cada una de sus venas,
deseando no vivir y que todo termine,
ahora sera inmortal y joven por la eternidad,
Fuerte y poderosa,
pero sin embargo perdio su alma.
Cada latido del jugoso corazòn de su amado es la tortura mas grande,
olerlo es una delicia,
pero podria terminar con la vida de aquel dulce presiado.
Siendo un cuerpo sin alma,
que solo vive un infierno,
sin poder tener por amiga a la muerte,
teniendo una sed que quema la garganta,
como àcido carcomiendo la piel,
con deseos de matar por aplacar el ardor,
con impulso de engañar y tomar de un cuerpo lo que desea,
para luego dejarlo seco y correr.
Sin sentir dolor en la piel de nieve,
sin poder llorar con los ojos de sangre,
sin poder sentir el sol o el viento,
sin saborear con su lengua de vino.
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